martes, 2 de febrero de 2016

FECUNDACION



Este proceso consiste en la unión de una célula espermática con la ovocélula para dar lugar a la formación del zigoto. El tiempo transcurrido entre la polinización y la fecundación varía entre varios meses y un año para las gimnospermas y de unos días a unas horas para las angiospermas.





El zigoto o embrión, a partir del cual se formará el resto de la planta, suele ir rodeado de un tejido nutricio o endosperma y de unos tegumentos procedentes del óvulo. Se conoce con el nombre de semilla al óvulo maduro que encierra en su interior un embrión. En las plantas fanerógamas más primitivas semillas aparecen aisladas como órganos fundamentales de la multiplicación, pero el avanzar evolutivamente se asocian con otras partes de la planta (la flor completa o parte de ella) para dar lugar al fruto.

Dispersión de frutos y semillas
Al igual que ocurría en la polinización, los principales agentes responsables de la dispersión de frutos y semillas son el viento (anemocoria), los animales (zoocoria) y el agua (hidrocoria). En cualesquiera de los casos, los frutos y semillas presentan una serie de adaptaciones que les facilita la dispersión por uno de los mecanismos citados.

Proceso de germinación de las plantas fanerógamas
Cuando la semilla ha conseguido llegar a un suelo apto para su germinación comienza a absorber agua y a hincharse, para de esta manera romper todas las cubiertas que protegían al embrión. Este queda en libertad y comienza su desarrollo a partir del tejido nutricio que le acompaña. La radícula crece y fija el embrión al suelo y el tallito se eleva de la superficie del suelo arrastrando a los cotiledones, que al estar expuestos a la luz solar adquieren un color verde. Con ello se cierra el ciclo vital de las plantas fanerógamas.

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